Estamos viviendo un período muy particular. En estos últimos meses, el Covid-19 nos ha obligado a cambiar radicalmente nuestro estilo de vida. Durante este período a menudo escuchamos sobre temas relacionados con la limpieza y la higiene, no solo la higiene personal sino también del entorno en el que vivimos o trabajamos. Cada vez es más común escuchar las palabras limpieza, sanitización y desinfección. Aunque estos tres términos pueden parecer iguales o similares, en realidad se usan para indicar tres tipos diferentes de intervención. A menudo, debido a la falta de información precisa, se usan incorrectamente. A continuación, la diferencia entre estas actividades, para poder en contexto de forma correcta cada uno de estos procesos.
1 – Limpieza: es el conjunto de operaciones que tienen la función de eliminar «suciedad» de cualquier naturaleza (polvo, grasa, líquidos, material orgánico, etc.) de cualquier tipo de superficie. La limpieza se obtiene por eliminación manual o mecánica de suciedad utilizando soluciones de agua y agentes químicos. La limpieza permite la eliminación parcial de gérmenes e impurezas, aunque no de forma total.
2 – Sanitización: es el conjunto de operaciones que tienen la función de minimizar la cantidad de gérmenes y bacterias para llevarlos a un nivel definido como seguro por los estándares de higiene y/o por los requisitos particulares del entorno específico. La desinfección se logra mediante el uso de equipos y productos químicos específicos.
3 – Desinfección: es el conjunto de operaciones que tienen la función de destruir e inactivar la carga bacteriana presente en los pisos, las superficies y eventualmente en el ambiente y, en los casos mas avanzados, en el aire. Como en el caso de la sanitización, la desinfección se logra en el uso de maquinaria y productos químicos específicos. Podemos hablar también de la esterilización, que es el resultado final de un proceso
que tiende a garantizar que la supervivencia de los microorganismos sea extremadamente difícil. Es una práctica que se aplica principalmente en los sectores de salud y la alimentación.
Limpieza mecanizada: es la mas aconsejada para superficies de medianas a grandes. Si se hace con los equipos y químicos correctos es la única que garantiza una limpieza profunda y sin dejar residuos en el piso. Por lo mismo minimiza los riesgos de infecciones en el ambiente.
Limpieza manual: es la recomendada para pequeñas superficies. La calidad no es la misma de la mecanizada, pero si hecha de la forma correcta resulta suficientemente efectiva.
Es un sistema innovador, no invasivo, seguro para las personas, diseñado para desinfectar/esterilizar ambientes muy grandes de forma muy rápida. Las partículas microscópicas en la niebla llegan a lugares incómodos y difíciles de alcanzar esterilizando a 360 grados todo el ambiente, incluyendo ductos de aire. Es necesaria para eliminar agentes patógenos al 100%.
Dependiendo del tipo de giro, la sanitización es aconsejada con diferente frecuencia:
Se aconseja hacer en cualquier lugar publico con mas frecuencia y en cualquier lugar privado con menor frecuencia.
Se trata del sistema clasico, donde el producto sanitizante es dispersado manualmente en forma de gotas microscópicas. Se utiliza el aire comprimido como fuerza impulsora para la formación de la nebulización. Las pequeñas partículas de agua en las que se encuentran disueltos los principios activos biocidas del desinfectante, se depositan sobre las superficies. También en este caso es necesario un correcto protocolo de limpieza en los días a seguir.
Este sistema es más invasivo y no tan eficaz como la niebla sanitizante. Ademas, si hecho correctamente, es más costoso del otro proceso, en particular por la necesidad del alto uso de personal que tiene que estar calificado.
Se tiene que repetir el proceso cada 3 a 5 días dependiendo donde se aplica. Este tratamiento se aconseja en espacios pequeños, en puntos muy específicos y,hablando de lugares públicos, en zona abiertas pero al menos parcialmente techadas,
dado que la lluvia se lleva su efecto en minutos.